Remedios caseros para callos en los pies


Un callo, también conocido como callosidad, es un área endurecida de la piel que se ha vuelto gruesa y dura debido a fricción, presión u otra irritación repetidas.









Por lo general, los callos se desarrollan en los pies, especialmente en la parte inferior de los pies y la parte inferior del dedo gordo del pie. Los callos también pueden desarrollarse en las manos, los dedos o en cualquier lugar del cuerpo donde haya fricción repetida.

Los callos en los pies generalmente se deben a piel seca o demasiada fricción en un área, como el roce repetido causado por zapatos que no se ajustan bien. Los zapatos de tacón alto son los peores delincuentes. Otros factores de riesgo incluyen deformidades en los pies y el uso de zapatos o sandalias sin calcetines.

Además, las personas que son diabéticas o que tienen una condición de salud que causa un flujo deficiente de sangre a los pies corren un mayor riesgo de desarrollar callosidades.

Además de la piel gruesa y endurecida, los callos pueden tener manchas de piel amarillenta y secas. Por lo general, no son dolorosas, pero se sienten bacheadas y menos sensibles al tacto que la piel circundante.

Sin embargo, un callo puede causar incomodidad cuando se le aplica cualquier tipo de presión, como al caminar. También puede latir o arder a veces.

Este problema generalmente no es grave, si no se trata, puede dar lugar a otros problemas como úlceras o infecciones de la piel y causar dolor, hinchazón e hipersensibilidad. A menudo, simplemente eliminar la fuente de fricción o presión es suficiente para ayudar a que el callo se cure por sí solo.

También puede tratar callos en casa con algunos remedios simples. Sin embargo, aquellos que son diabéticos deben consultar a un médico antes de intentar cualquier tratamiento en el hogar.







Remedios caseros para callos


 Sal de Epsom


Una de las maneras más fáciles de tratar un callo del pie es remojar el área afectada en agua caliente mezclada con la sal de Epsom. Ayudará a suavizar la zona, por lo que es más fácil de fregar la piel dura y mantener los pies libres de infección.

Ponga un poco de agua caliente en una tina y agregue un puñado de sal de Epsom. Revuelva bien.
Remoje los pies en esta solución durante 10 minutos.
Utilice una piedra pómez para frotar la zona afectada en un movimiento circular durante unos minutos.
Lávese los pies con agua limpia para eliminar las células muertas de la piel.
Seque y frote una loción de pies gruesa en los pies.
Repita este remedio según sea necesario hasta que el callo sane por completo.

Vinagre de sidra de manzana


También puede utilizar vinagre de sidra de manzana para tratar un callo. Su naturaleza ácida ayuda a suavizar la piel dura y acelerar el proceso de curación.

  1. Remoje una bola de algodón en el vinagre de sidra de manzana y póngalo con una cinta a su callo antes de ir a la cama.
  2. Dejarlo durante la noche.
  3. A la mañana siguiente, exfoliar la zona afectada con una piedra pómez.
  4. Para mantener la zona hidratada, aplique un poco de aceite de oliva o aceite de coco.
  5. Repita una vez al día hasta que su callo se halla ido.

 Bicarbonato de sodio


El bicarbonato de sodio funciona como un exfoliante natural, por lo que es un remedio muy bueno para los callos. Los cristales en el bicarbonato de sodio ayudan a exfoliar la piel endurecida.

Añadir tres cucharadas de bicarbonato de sodio a una bañera llena de agua tibia. Revuelva bien y remoje sus pies en él por lo menos 10 minutos. Lávese los pies y frote la piel suavizada con una piedra pómez.

También puede masajear el callo por unos minutos con una pasta preparada con tres partes de bicarbonato de sodio y una parte de agua. Lave la pasta y retire las células muertas de la piel frotando suavemente con una piedra pómez.

Siga cualquiera de estos remedios una vez al día hasta que sus pies parezcan sanos otra vez.






No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.