3 Remedios caseros para tratar la Chikungunya
La chikungunya se está propagando como una epidemia, con cada vez más casos que se informan con cada día que pasa.
Los síntomas del chikungunya comienzan a aparecer de tres a siete días después de haber sido picado por un mosquito portador del virus. Los síntomas pueden incluir fiebre, dolor en las articulaciones, hinchazón de las articulaciones, dolores de cabeza, dolor muscular, erupciones cutáneas, náuseas, vómitos y fatiga.
Entre todos estos síntomas, el dolor en las articulaciones es uno de los más prominentes y dolorosos. Los pacientes pueden experimentar dolor articular extremo, que puede ser casi insoportable y puede persistir durante meses o incluso más.
No hay cura para esta enfermedad, y los efectos posteriores pueden ser extremadamente problemáticos. Sin embargo, hay algunos remedios caseros que se consideran eficaces en la gestión de los síntomas de la chikungunya, especialmente el dolor en las articulaciones.
Remedios caseros para la chikungunya.
Compresas Frías
El uso de compresas frías es una de las mejores maneras de reducir la inflamación y dolor en las articulaciones debido a la chikungunya.
Una compresa fría ofrece un efecto anestésico en las terminaciones nerviosas y ralentiza el flujo de sangre a la zona, que a su vez ayuda a reducir el dolor y la hinchazón.
Tome un puñado de cubos de hielo y aplastarlos un poco.
Envuélvalos en una toalla de mano.
Mantenga la compresa sobre el área dolorosa durante 3 a 5 minutos.
Repita varias veces durante el día según sea necesario.
Nota: No aplique hielo directamente sobre la piel. Puede causar daño en los tejidos.
Masaje
El masaje es otro tratamiento simple y natural para tratar el dolor articular asociado con la chikungunya.
El masaje relaja los músculos, así como reduce la hinchazón y rigidez en el área afectada. Además, mejora la circulación sanguínea.
Para masaje, puede utilizar cualquier tipo de aceite, como aceite de oliva, coco, sésamo o mostaza.
Aplique un poco de aceite caliente de su elección en el área dolorosa. Usando ambos pulgares, aplique suavemente la presión durante unos minutos. Repita varias veces al día hasta que el dolor disminuya.
Otra opción es calentar ligeramente el aceite de su elección y añadir una pizca de polvo de canela a la misma. Mezclar bien y masajear las articulaciones afectadas suavemente durante unos minutos, 2 o 3 veces al día.
Nota: Masajee solo con suavidad, ya que el estrés adicional podría agravar la condición.
Sal de la sal de Epsom
Una sal de Epsom puede absorber el dolor instantáneamente. Los cristales de sulfato de magnesio ayudan a reducir el dolor y la la inflamación. Además, el calor del agua caliente promueve la relajación y mejora la circulación sanguínea en el cuerpo.
Mezcle bien 1 taza de sal de Epsom y bicarbonato de sodio en una bañera llena de agua tibia. Remoje su cuerpo en esta agua calmante durante 15 minutos. Disfrute de este baño todos los días.
Para el dolor localizado, llene un tazón con un poco de agua tibia y mezcle 1 cucharada de sal de Epsom. Remoje la zona afectada en ella durante 5 minutos. Hacerlo 4 o 5 veces durante todo el día.
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