Remedios caseros para la espondilosis cervical


La espondilosis cervical, también conocida como osteoartritis cervical y artritis del cuello, es una afección relacionada con la edad muy común que afecta las articulaciones en el cuello.







Se produce debido al desgaste de los cartílagos, tejidos y huesos de la columna cervical. Estos cambios pueden incluir discos deshidratados, discos herniados, espolones óseos y ligamentos rígidos.

Además de la edad, otros factores de riesgo para la espondilosis cervical incluyen ocupaciones que pueden causar más estrés en el cuello, ciertas lesiones en el cuello, postura incorrecta al sentarse o caminar, fumar, sobrepeso, sedentarismo y factores genéticos.

Espondilosis cervical no causa síntomas perceptibles para la mayoría de la gente.

Sin embargo, algunos pueden experimentar dolor de cuello, dolor leve y crónico alrededor de los omóplatos, rigidez en el cuello, debilidad muscular, dolores de cabeza, dolor a lo largo de los brazos y en los dedos y sensación de hormigueo en los hombros y los brazos. A veces, uno también puede tener síntomas como la pérdida de equilibrio.

La mayoría de las personas mayores de 65 años sufren de algún grado de espondilosis cervical. Afortunadamente, con la ayuda de ciertos medicamentos, cambios de estilo de vida y algunos remedios caseros simples, puede controlar los síntomas y llevar una vida sin dolor. Siga los remedios diarios hasta que se recupere completamente.






Remedios caseros para la espondilosis cervical.


Ejercicio regular


Una de las principales causas de la espondilosis cervical es la falta de ejercicio regular. Por lo tanto, puede reducir el dolor y la rigidez alrededor de su cuello y hombros mediante la incorporación de ejercicio físico regular en su estilo de vida.

Gire la cabeza tanto en el sentido de las agujas del reloj como en el sentido contrario a las agujas del reloj, y asiente el cuello de un lado a otro de un hombro al otro. Haga esto durante 10 minutos 2 o 3 veces al día. Esto ayudará a que el dolor en el cuello se quite.

Incluso puede girar los brazos en sentido horario y antihorario, y dobla y despliega los puños a intervalos regulares para controlar el dolor.

Además, haga ejercicios aeróbicos de bajo impacto como nadar o caminar enérgicamente durante 30 minutos al menos 5 veces a la semana.

También puede disfrutar de ciclismo sobre una base regular. Sin embargo, asegúrese de mantener la espalda recta durante el ciclismo.

Nota: Si el dolor se vuelve severo al hacer cualquier tipo de ejercicio, deje de hacerlo y consulte a su médico.


 Compresas calientes y frías


Otra forma fácil de lidiar con el dolor de cuello debido a la espondilosis cervical es alternar compresas frías y calientes en el área afectada. Las compresas calientes mejorarán la circulación sanguínea y relajarán los músculos adoloridos. Las compresas frías reducen la hinchazón y la inflamación.

  1. Para hacer la compresa caliente, envuelva una bolsa de agua caliente en una toalla delgada.
  2. Para hacer la compresa fría, envuelva unos cubitos de hielo en una toalla delgada.
  3. Coloque la compresa caliente en el área afectada durante 2 a 3 minutos.
  4. Quítelo y aplique la compresa fría durante 1 minuto.
  5. Repita el proceso de 15 a 20 minutos.
  6. Siga este sencillo remedio unas cuantas veces al día hasta obtener alivio.

Nota: No aplique compresas calientes si el área afectada es roja e irritada. Evite las compresas frías si tiene problemas circulatorios.


Baño de sal de Epsom


Tomar un baño de sal de Epsom sobre una base regular es otro buen remedio para aliviar los síntomas relacionados con la espondilosis cervical. El magnesio en la sal Epsom regula los niveles de pH en el cuerpo, a su vez reduce la rigidez, la inflamación y el dolor en el cuello y los hombros.


Mezclar un poco de agua en 1 a 2 cucharadas de sal de Epsom para hacer una pasta gruesa. Aplicar en el área afectada durante 15 a 20 minutos para obtener una comodidad relajante. Haga esto cada dos días.

Alternativamente, agregue 2 tazas de sal de Epsom a un baño caliente. Sumérjase en él durante 15 a 20 minutos. Disfrute de este relajante baño 2 o 3 veces por semana.

Nota: Las personas que tienen problemas renales, problemas cardíacos o diabetes no deben usar este remedio.






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