Remedios caseros para la fibromialgia


La fibromialgia, también conocida como fibrositis o fibromiositis, es una condición crónica caracterizada por dolor generalizado. Es mucho más común en las mujeres que en los hombres. La causa exacta de la fibromialgia aún no está clara.







Las posibles causas y factores de riesgo son la genética, las alteraciones hormonales, el traumatismo cerebral o la médula espinal, la cirugía, las enfermedades reumáticas, las infecciones virales, el patrón de sueño alterado, el mal acondicionamiento físico y el estrés. Los investigadores creen que puede resultar de una combinación de estresores físicos y emocionales.

Los síntomas de la fibromialgia incluyen dolor muscular debilitante; Entumecimiento o sensación de hormigueo; Sensibilidad al ruido, olores, luces brillantes, medicamentos, ciertos alimentos y frío; Articulaciones rígidas (especialmente en la mañana); Y la fatiga.

Los que sufren de esta condición también tienden a tener migrañas, síndrome del intestino irritable, trastornos de la articulación temporomandibular, trastornos del sueño, ansiedad y depresión.

La fibromialgia no es fácil de tratar ya que no hay una cura definitiva. El objetivo principal del tratamiento es aliviar los síntomas. Esto se puede hacer con medicinas así como el tratamiento complementario y los remedios naturales.






Remedios caseros para la fibromialgia.


 Yoga y Meditación


Técnicas de relajación, como yoga, tai chi, meditación y respiración profunda, pueden ser de gran ayuda para controlar los síntomas de la fibromialgia.

  1. Practique yoga durante 20 a 40 minutos diarios.
  2. Únete a una clase de tai chi.
  3. Hacer la meditación durante 20 a 30 minutos diarios.
  4. Técnicas de relajación profunda como relajación muscular progresiva e imágenes guiadas también pueden ayudar.


 Ejercicio


Participar en un programa de ejercicio a largo plazo se ha encontrado para ser eficaz en la reducción de los síntomas de fibromialgia. Previene el desperdicio de músculos y restaura el equilibrio neuroquímico del cuerpo que aumenta los niveles de productos químicos de lucha contra el dolor llamados endorfinas. También desencadena un estado emocional positivo y reduce el estrés.

Comience con unos 20 minutos de ejercicios de bajo impacto 3 veces por semana, luego aumente la duración y la frecuencia. Estos pueden incluir caminar, ejercicios sentados, ejercicios de fuerza, ejercicios de flexibilidad, ejercicios de equilibrio y aeróbicos acuáticos. Los ejercicios de rango de movimiento, fortalecimiento y acondicionamiento aeróbico son seguros para la mayoría de los pacientes.

Se sugiere comenzar con un ejercicio leve e ir lento para evitar que los síntomas se quemen. Por ejemplo, usted puede comenzar con algunos estiramiento y actividades regulares como tomar las escaleras, cultivar un huerto o haciendo tareas y moverse gradualmente al ejercicio constante.

Tenga en cuenta que aunque el dolor y la fatiga pueden dificultar el ejercicio, es imprescindible ser físicamente activo.


Sal de Epsom


La sal de Epsom es sulfato de magnesio. El remojo en un baño de sal de Epsom ayuda a su cuerpo a absorber magnesio. La fibromialgia se asocia a menudo con la deficiencia de magnesio. Este baño calmante también puede ayudar a reducir el dolor e inducir la relajación.
  1. Mezcle 2 tazas de sal de Epsom en el agua del baño.
  2. Remojar en ella durante unos 20 minutos.
  3. Haga esto hasta 3 veces a la semana.





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